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Sabbath Bible Lessons

A Fin de Que Pudiera Vivir

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Lección 4 Sábado, 28 de abril de 2007

El Verbo se Hizo Carne

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

“Jesús era el Comandante del cielo, igual a Dios, y sin embargo condescendió en desprenderse de su corona real, su manto real, y cubrió su divinidad con humanidad.”–Comentario Bíblico ASD [Comentario de E. G. de White], tomo 5, pág. 1105.

Lectura adicional:   El Deseado de Todas las Gentes, págs. 11–18. 
  Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 7, págs. 903–905. 

Domingo 22 de abril

1. LA PALABRA ETERNA

a. ¿Cómo confirman las Escrituras la existencia eterna de Cristo? Miqueas 5:2; Juan 8:58; 17:5.

“Si Cristo hizo todas las cosas, existió antes que todas las cosas [existieran]. Las palabras que se refieren a este tema son tan concluyentes, que nadie tiene por qué quedar con dudas. Cristo fue Dios esencialmente y en el máximo sentido. Estuvo con Dios desde toda la eternidad, Dios sobre todas las cosas, bendito para siempre.”–Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 5, pág. 1100.

“Al hablar de esta preexistencia, Cristo hace retroceder la mente hacia las edades sin fin. Nos asegura que nunca hubo un tiempo cuando Él no haya estado en estrecha relación con el Dios eterno.”–The Signs of the Times, 29 de agosto de 1900.

b. Además de la creación, ¿qué otra importante obra realizó Cristo? Isaías 43:1; Juan 1:29.

“Cristo nuestra Pascua fue sacrificado por nosotros. Dio su preciosa e inocente vida para salvar a los seres humanos culpables de la ruina eterna, para que por medio de la fe en él pudieran estar sin culpa delante del trono de Dios.”–Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 7, pág. 926.


Lunes 23 de abril

2. DIVINIDAD Y HUMANIDAD COMBINADAS

a. ¿Qué debiéramos comprender sobre la divinidad de Cristo aun después de su encarnación? Isaías 9:6; Mateo 1:22, 23; Filipenses 2:5–11.

“Pero aunque la gloria divina de Cristo estuvo por un tiempo velada y eclipsada porque Él asumió la naturaleza humana, sin embargo no cesó de ser Dios cuando se hizo hombre. Lo humano no tomó el lugar de lo divino, ni lo divino de lo humano. Este es el misterio de la piedad. Las dos expresiones –‘humano’ y ‘divino’– eran estrecha e inseparablemente una en Cristo, y sin embargo tenían una individualidad diferente. Aunque Cristo se humilló a sí mismo para hacerse hombre, la Deidad aún le pertenecía. . . .

“Cristo, siendo igual con el Padre, honrado y adorado por los ángeles, se humilló por nosotros y vino a esta tierra a vivir una vida de humildad y pobreza: vino a ser un varón de dolores, experimentado en quebranto. Sin embargo, el sello de la divinidad estaba sobre su humanidad.”–Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 5, págs. 1103, 1104.

b. ¿Qué hecho deberíamos recordar acerca de la naturaleza humana de Cristo? 1 Pedro 2:22; Juan 14:30 (última parte).

“Sed cuidadosos, sumamente cuidadosos en la forma en que os ocupáis de la naturaleza de Cristo. No lo presentéis ante la gente como un hombre con tendencias al pecado. Él es el segundo Adán. El primer Adán fue creado como un ser puro y sin pecado, sin una mancha de pecado sobre él; era la imagen de Dios. Podía caer, y cayó por la transgresión. Por causa del pecado su posteridad nació con tendencias inherentes a la desobediencia. Pero Jesucristo era el unigénito Hijo de Dios. Tomó sobre sí la naturaleza humana, y fue tentado en todo sentido como es tentada la naturaleza humana. Podría haber pecado; podría haber caído, pero en ningún momento hubo en Él tendencia alguna al mal. . . .

“Nunca dejéis, en forma alguna, la más leve impresión en las mentes humanas de que una mancha de corrupción o una inclinación hacia ella descansó sobre Cristo, o que en alguna manera se rindió a la corrupción. Fue tentado en todo como el hombre es tentado, y sin embargo Él es llamado ‘el Santo Ser’ (Lucas 1:35). Que Cristo pudiera ser tentado en todo como lo somos nosotros y sin embargo fuera sin pecado, es un misterio que no ha sido explicado a los mortales. La encarnación de Cristo siempre ha sido un misterio, y siempre seguirá siéndolo.”–Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 5, págs. 1102, 1103.


Martes 24 de abril

3. UNA NUEVA RELACIÓN

a. ¿Cuál fue el propósito por el cual la divinidad se unió a la humanidad? Juan 1:14; 14:7–10.

“El Salvador anhelaba profundamente que sus discípulos comprendiesen con qué propósito su divinidad se había unido a la humanidad. Vino al mundo para revelar la gloria de Dios, a fin de que el hombre pudiese ser elevado por su poder restaurador. Dios se manifestó en Él a fin de que pudiese manifestarse en ellos. Jesús no reveló cualidades ni ejerció facultades que los hombres no pudieran tener por la fe en Él. Su perfecta humanidad es lo que sus seguidores pueden poseer si quieren vivir sometidos a Dios como Él vivió.”–El Deseado de Todas las Gentes, págs. 619, 620.

b. ¿En qué nueva relación entramos al recibir la provisión traída por el misterio de la piedad (1 Timoteo 3:16)? Juan 1:12, 13.

“La divinidad y la humanidad fueron misteriosamente combinadas, y el hombre y Dios se volvieron uno. Es en esta unión donde encontramos la esperanza de nuestra raza caída.”–Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 5, pág. 1104.

c. ¿Qué palabras de Cristo deberían repetirse en nuestra experiencia? Juan 8:29.

“Lo que Cristo fue en la naturaleza humana, quiere Dios que sean sus discípulos. Con su fuerza hemos de vivir la vida de nobleza y pureza que el Salvador vivió.”–Testimonies, tomo 8, pág. 289.

“El reino de Cristo no se establece con ayuda de la ostentación ni por la adaptación a las costumbres mundanas, en cambio se establece por medio de la implantación de la naturaleza de Cristo en la humanidad mediante la obra del Espíritu Santo. ‘Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios’ (Juan 1:12, 13). Este es el único poder que puede obrar en favor de la elevación de la humanidad. Y el instrumento humano que debe usarse para realizar esta obra es la enseñanza y la predicación de la Palabra de Dios.”–El Evangelismo, págs. 386, 387.


Miércoles 25 de abril

4. BENDICIONES RECIBIDAS

a. Una vez que la nueva relación es establecida, ¿cómo se manifiesta Dios en nosotros? Juan 14:15–18, 21, 23; 1 Juan 4:12.

“Al hombre se le asigna una parte en la gran lucha por la vida eterna; debe responder a la obra del Espíritu Santo.”–Testimonies, tomo 8, pág. 65.

b. ¿Qué promesa nos pertenece cuando aceptamos a Cristo, con las bendiciones derivadas de su encarnación? Hebreos 2:16–18; 5:2; Filipenses 4:13.

“Pero la humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad, y con esa fortaleza soportó todas las tentaciones que Satanás pudo acumular contra Él, y sin embargo conservó su alma sin contaminación de pecado. Y ese poder para vencer quiere darlo a cada hijo e hija de Adán que quiere aceptar por fe los rectos atributos del carácter de Cristo.”–Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 7, pág. 939.

“Cristo vino para dar al mundo un ejemplo de lo que podría ser la humanidad perfecta unida con la divinidad. Presentó al mundo una nueva fase de la grandeza cuando exhibió su misericordia, compasión y amor. Dio a los hombres una nueva interpretación de Dios. Como cabeza de la humanidad, enseñó a los hombres lecciones en la ciencia del gobierno divino, por las cuales reveló la rectitud de la reconciliación de la misericordia y la justicia. La reconciliación de la misericordia y la justicia no implicaban ninguna transigencia con el pecado ni ignorar ninguna demanda de la justicia, sino que dando su lugar debido a cada atributo divino, se podía ejercer la misericordia en el castigo del hombre pecaminoso e impenitente sin destruir la clemencia de la reconciliación ni perder su carácter compasivo, y la justicia se podía ejercer al perdonar al transgresor arrepentido sin violar su integridad [de la justicia].”–Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 305.

“A los que, por falta de confianza propia, evitan tareas y responsabilidades, enséñeseles a confiar en Dios. Así más de uno que de otro modo no sería más que una cifra en el mundo, tal vez una carga impotente, podrá decir con el apóstol Pablo: ‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece’ (Filipenses 4:13).”–La Educación, pág. 250.

“Cristo ha dado su Espíritu como poder divino para vencer todas las tendencias hacia el mal, hereditarias y cultivadas, y para grabar su propio carácter en su iglesia.”–El Deseado de Todas las Gentes, pág. 625.


Jueves 26 de abril

5. UN MODELO ANTE NOSOTROS

a. ¿Cómo, y con qué finalidad, deberíamos conocer más y más a Cristo? Juan 5:39.

“Ningún hombre, mujer o joven, podrá lograr la perfección cristiana si descuida el estudio de la Palabra de Dios. Al escudriñar cuidadosa y atentamente su Palabra, obedeceremos la orden de Cristo. ‘Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí’ (Juan 5:39). Este estudio capacita al que lo efectúa a observar atentamente el Modelo divino, pues ellas testifican de Cristo. El Modelo debe ser examinado a menudo y con toda atención a fin de imitarlo. A medida que uno llega a dominar la historia del Redentor, descubre en sí mismo defectos de carácter; su falta de semejanza a Cristo es tan grande que ve que no puede ser un seguidor de Él sin efectuar un gran cambio en su vida. Continúa estudiando, con un deseo de ser igual a su gran Ejemplo; capta las miradas, el espíritu de su amado Maestro; observando se transforma.”–Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabática, pág. 17.

b. ¿Qué deberíamos experimentar como resultado de nuestra comunión con Cristo? Romanos 12:2. ¿Qué deberíamos hacer si realmente deseamos que Cristo sea nuestro Salvador? Apocalipsis 3:20.

“Así como un buen árbol dará buenos frutos, así el árbol que realmente es plantado en el huerto del Señor producirá buenos frutos para vida eterna. Los pecados que nos rodean son vencidos; no se permiten en la mente malos pensamientos; los malos hábitos son eliminados del templo del alma. Las tendencias que se han torcido en una dirección equivocada, vuelven a encaminarse por el sendero correcto. Se cambian las disposiciones y sentimientos equivocados; se reciben nuevos principios de acción y hay una nueva norma de carácter. Disposiciones santas y emociones santificadas son el fruto que da ahora el árbol cristiano. Se ha efectuado una transformación completa.”–Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 6, pág. 1080.


Viernes 27 de abril

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

1. ¿Qué es revelado acerca de la preexistencia de Cristo?

2. ¿Qué deberíamos comprender sobre la naturaleza de Cristo después de su encarnación?

3. ¿Bajo qué condición podemos obtener los beneficios de su encarnación?

4. ¿Dónde puede verse hoy la fusión de la divinidad con la humanidad?

5. ¿Cómo llegamos a ser transformados?

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