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Sabbath Bible Lessons

La Vocación del Cristiano

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Lección 1 Sábado, 5 de enero de 2008

Un Solemne Llamamiento

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

“Cristo está llamando a la puerta del corazón para solicitar entrada. ¿Lo dejarán entrar ustedes?” – Cada Día con Dios, pág. 310.

Lectura adicional:   Nuestra Elevada Vocación, págs. 37, 289. 

Domingo 30 de diciembre

1. ¡TIEMPO DE OÍR!

a. ¿Cuál es la primera exhortación que nuestro Creador hace a cada uno de nosotros? Proverbios 7:24.

“Tenemos evidencias inequívocas para conocer la voz del verdadero Pastor que nos llama a seguirle. Él dice: ‘Yo he guardado los mandamientos de mi Padre’. Él conduce su rebaño por la senda de la humilde obediencia a la ley de Dios.” –La Fe por la Cual Vivo Yo, pág. 316.

“Aquel que quiera ser un siervo fiel de Cristo debe escuchar la instrucción del mayor Maestro que el mundo haya jamás conocido. Sus ideas y principios deben ser mantenidos puros mediante el poder de Dios. Cada día debe aprender para llegar a ser más digno de la confianza en Él depositada. Su mente debe vivificarse a través del poder divino; su carácter no debe estar contaminado por la mundanalidad.” –The Signs of the Times, 24 de diciembre de 1896.

b. ¿Por qué deberíamos estar deseosos de oír la voz de Dios? Jeremías 29:11–13; Oseas 11:4 (primera parte).

“Si pudiésemos apreciar el plan de Dios cuando nos envía sus bendiciones, veríamos claramente que Él sabe lo que es mejor para nosotros, y que nuestras oraciones obtienen respuesta. Nunca nos da algo perjudicial, sino la bendición que necesitamos, en lugar de algo que pedimos y que no sería bueno para nosotros.” –Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 23.


Lunes 31 de diciembre

2. UN GRAN PRIVILEGIO

a. ¿Por qué debería impresionarnos el pensamiento de hablar con el Señor del Universo? Job 38:1–7; Isaías 40:28.

b. Cuando Moisés pidió ver la gloria de Dios, ¿qué le fue dado a entender? Éxodo 33:18, 19; 34:5–8. ¿Cómo podemos ser animados al contemplar esta gloria?

“Orad con Moisés: ‘Ruégote que me muestres tu gloria’ (Éxodo 33:18). ¿Qué es esta gloria? –El carácter de Dios. Así lo proclamó el Señor a Moisés.” –Obreros Evangélicos, pág. 431.

“A fin de ser un cristiano no es necesario que un hombre posea grandes talentos. El agente humano quizá no tenga voz en los concilios legislativos, tal vez no le sea permitido deliberar en los senados o votar en los parlamentos, sin embargo aún tiene acceso a Dios. El Rey de reyes se inclina para escuchar la oración que viene de alguien que desea hacer la voluntad del Señor. Una oración ferviente ofrecida con un corazón sincero y contrito es de más valor a la vista de Dios que la elocuencia de un discurso. Dios oye cada oración ofrecida con el incienso de la fe. Su hijo más débil puede ejercer una influencia en armonía con los concilios del cielo. En la respuesta a la oración es donde Dios reaviva su obra.” –The Review and Herald, 23 de junio de 1903.

c. ¿Cómo resume Jesús el resultado de contestar su llamado? Mateo 10:39.

“En la vida de aquel que sigue al Salvador no puede haber una búsqueda egoísta. El verdadero cristiano descarta todo egoísmo de su corazón. ¿Cómo podría vivir para sí cuando piensa en Cristo pendiendo de la cruz, dando su vida para la vida del mundo? Cristo murió de una muerte vergonzosa en vuestro lugar. ¿Queréis consagraros a su servicio? ¿Queréis estar listos para ser o hacer cualquier cosa que Él requiera? ¿Estáis dispuestos a poner a un lado el yo, y hablar una palabra de amonestación al compañero que veis que cede a las tentaciones de Satanás? ¿Estáis dispuestos a sacrificar algunos de vuestros planes para intentar conducirlos hacia sendas seguras?” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 289.


Martes 1º de enero

3. LECCIONES DEL PASADO

a. ¿Qué es prometido a todos los que oyen la voz de Dios? Proverbios 8:32.

b. ¿Cómo mostró Jesús el valor de prestar atención a su Palabra? Mateo 7:24–27.

c. ¿Qué advertencia deberíamos extraer de la manera en que el sistema educativo en los días de Cristo obstaculizaba realmente la voz de Dios? Oseas 4:6; Jeremías 2:13.

“En los días de Cristo, el pueblo o ciudad que no hacía provisión para la instrucción religiosa de los jóvenes, se consideraba bajo la maldición de Dios. Sin embargo, la enseñanza había llegado a ser formalista. La tradición había suplantado en gran medida a las Escrituras. La verdadera educación debía inducir a los jóvenes a que ‘buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen’ (Hechos 17:27). Pero los maestros judíos dedicaban su atención al ceremonial. Llenaban las mentes de asuntos inútiles para el estudiante, que no podían ser reconocidos en la escuela superior del cielo. La experiencia que se obtiene por una aceptación personal de la Palabra de Dios, no tenía cabida en su sistema educativo. Absortos en las ceremonias externas, los alumnos no encontraban tiempo para pasar horas de quietud con Dios. No oían su voz que hablaba al corazón. En su búsqueda de conocimiento, se apartaban de la Fuente de la sabiduría. Los grandes hechos esenciales del servicio de Dios eran descuidados. Los principios de la ley eran obscurecidos.” –El Deseado de Todas las Gentes, pág. 50.

d. ¿Cómo podemos ser inspirados por aquel conocimiento superior que fue cultivado por el salmista? Salmos 12:6; 119:98–100.

“Para quienes así se afirman en las divinas seguridades de la Palabra de Dios, hay maravillosas posibilidades. Ante ellos se extienden vastos campos de verdad, vastos recursos de poder. Cosas gloriosas serán reveladas. Se les manifestarán privilegios y deberes que no sospechaban en la Biblia.” –El Ministerio de Curación, pág. 370.


Miércoles 2 de enero

4. MARAVILLOSA INTERACCIÓN

a. ¿Qué afectuosa invitación extiende nuestro Creador a cada uno de nosotros, y cuán frecuentemente nos imposibilitamos de aceptarlo totalmente? Apocalipsis 3:20.

“Cada advertencia, reproche, y súplica que aparece en la Palabra de Dios, o que son dados, mediante sus mensajeros comisionados, es un golpe que se da en la puerta del corazón, es la voz de Jesús que pide entrada. Con cada golpe que no se atiende, nuestra determinación a abrir llega a ser cada vez más débil. Si no se atiende enseguida la voz de Jesús, se confunde con la multitud de otras voces, los cuidados y los negocios mundanales distraen la atención, y la convicción muere. El corazón se hace menos impresionable, y cae en una peligrosa inconsciencia en cuanto a la brevedad del tiempo y de la gran eternidad que está más allá.

“Muchos tienen tanta basura amontonada ante la puerta del corazón que no pueden dejar entrar a Jesús. Algunos tienen que arreglar dificultades entre ellos y sus hermanos, otros tienen mal carácter, orgullo y codicia; y en otros casos es el amor al mundo el que impide la entrada. Todo esto debe quitarse antes de que puedan abrir la puerta y dar la bienvenida al Salvador.” –Nuestra Elevada Vocación, pág. 354.

b. ¿Cómo describe el salmista la sublime comunión de la cual tenemos el privilegio de gozar con Dios? Salmos 91:14–16; 119:103, 104; 143:8.

c. ¿Cómo podemos únicamente oír en forma apropiada la voz del Señor? Salmo 46:10.

“Cada uno necesita tener experiencia personal en cuanto a obtener el conocimiento de la voluntad de Dios. Debemos oírle individualmente hablarnos al corazón. Cuando todas las demás voces quedan acalladas, y en la quietud esperamos delante de Él, el silencio del alma hace más distinta la voz de Dios. Nos invita: ‘Estad quietos, y conoced que yo soy Dios’ (Salmos 46:10). Solamente allí puede encontrarse verdadero descanso. Y ésta es la preparación eficaz para todo trabajo que se haya de realizar para Dios. Entre la muchedumbre apresurada y el recargo de las intensas actividades de la vida, el alma que es así refrigerada quedará rodeada de una atmósfera de luz y de paz. La vida respirará fragancia, y revelará un poder divino que alcanzará a los corazones humanos.” –El Deseado de Todas las Gentes, pág. 331.


Jueves 3 de enero

5. UNA PREGUNTA PUNZANTE

a. ¿Qué debemos aprender de la manera sorprendente en que Dios habló a Elías? 1 Reyes 19:9–12.

b. ¿Qué pregunta extraordinaria proferida por Dios a Elías resuena hasta hoy? 1 Reyes 19:13; Lucas 9:23.

“El gozo propuesto a Cristo, el que le sostuvo a través de sacrificios y sufrimientos, fue el gozo de ver pecadores salvados. Debe ser el de todo aquel que le siga, el acicate de su ambición. Los que comprendan, siquiera en un grado limitado, lo que la redención significa para ellos y sus semejantes, entenderán en cierta medida las vastas necesidades de la humanidad. Sus corazones serán movidos a compasión al ver la indigencia moral y espiritual de millares que están bajo la sombra de una condenación terrible, en comparación con la cual los sufrimientos físicos resultan insignificantes.

“A las familias, tanto como a los individuos, se pregunta: ‘¿Qué haces aquí?’ En muchas iglesias hay familias bien instruidas en las verdades de la Palabra de Dios, que podrían ampliar la esfera de su influencia trasladándose a lugares donde se necesita el ministerio que ellas son capaces de cumplir. Dios invita a las familias cristianas para que vayan a los lugares oscuros de la tierra, a trabajar sabia y perseverantemente en favor de aquellos que están rodeados de lobreguez espiritual. Para contestar a este llamamiento se requiere abnegación. Mientras que muchos aguardan que todo obstáculo sea eliminado, hay almas que mueren sin esperanza y sin Dios. Por amor a las ventajas mundanales, o con el fin de adquirir conocimientos científicos, hay hombres que están dispuestos a aventurarse en regiones pestilentes, y a soportar penurias y privaciones. ¿Dónde están los que quieran hacer lo mismo por el afán de hablar a otros del Salvador?” –Profetas y Reyes, pág. 127.


Viernes 4 de enero

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

1. ¿Por qué el “llamamiento” en esta lección es más poderoso incluso que la citación de un juez?

2. ¿Qué cuesta responder al llamado de Cristo?

3. ¿Cómo la forma en que somos educados afecta nuestra comprensión del deber?

4. ¿Por qué el silencio es un aspecto importante en la verdadera reverencia y comunión con Dios?

5. Así como el Señor habló a Elías, ¿qué puede estar diciéndome específicamente a mí?

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